Entre Colas Y Espadas
Lore completo de Chapito
Preludio CF Orígenes.
La era de nacimiento de Chapito es
incierta, pero se conoce que creció desde muy temprana edad en la aldea mapache
que se encuentra en el borde exterior del imperio de Dahestia, Cacomizelario
como se conoce hoy en día. Chapito era muy activo y le encantaba meterse en
lugares donde no lo llamaban, y para su aldea no le molestaba ya que era una
comunidad muy sociable, con el tiempo gano bastante popularidad entre su
comunidad y empezó ofrecer sus servicios para proteger a su aldea de las criaturas
salvajes junto con los adultos. Su corazón protector pronto lo recompensó con
su primer hechizo y a dar a conocer que la mana principal de su alma era el
color blanco, algo que alegro a la aldea, ya que el maná blanco es el color que
mejor reputación en el mundo de Taurelius.
CF Orígenes.
Chapito paso
ser guardabosques para explorar de noche e identificar posibles amenazas que
afecten a la aldea. En uno de sus recorridos nocturnos, escucho como unos
guardias del castillo de Dahestia se llevaban a una niña humana a un carruaje,
chapito se acercó sigilosamente para escuchar la discusión, pero no logro descifrar
de que hablaban lo único que entendió es que llevaban a la niña a una ejecución.
Sin pensarlo más, chapito se coló en el carruaje mientras encadenaban a la
niña. Después de un tiempo el carruaje llego a las mazmorras del castillo de
Dahestia, los guardias se bajaron del carruaje y escoltaron a la niña al
interior. Chapito con cautela los siguió para ver la conclusión del tal evento.
La prisionera había sido encadenada en medio de una habitación vacía donde la única
fuente de luz, era un par de antorchas a punto de ceder. Chapito espero a que
los guardias se fueran, para acercarse a la niña. Pregunto por el estado de la
niña, pero ella apenas podía producir algunos sonidos; se veía maltratada y
golpeada y sus ojos tenían ojeras bastantes pronunciadas; era notable que paso
por muy malos momentos incluso antes de ser apresada. Sin Importar el delito,
ella no dejaba de ser una niña, fue lo que pensó Chapito, pero tampoco podía desencadenarla
levantaría sospechas, así que por lo pronto se limitó a sentarse junto a ella,
hablarle y darle una de sus raciones para ver si recuperaba energía.
Tras pasar un
par de horas unos guardias con ballesta entraron a la habitación; Chapito reacciono
rápido y se ocultó con éxito; detrás de los guardias entra lo que parece ser el
celador. La ejecución iba a suceder y Chapito no podía salir de ahí sin ser
descubierto, no tenía más remedio más que quedarse a presenciar la ejecución,
una idea que odiaba, pero era su opción más segura. Los guardias apuntaban a la
niña, y el celador paso a leer los cargos contra la niña, abrió su libro y leyó,
“Niña humana de nombre indiferente. Cargos, Supuesto uso de hechizos de maná
negro, Castigo, ejecución por acribillamiento”; Chapito quedo impactado, un
castigo de tal magnitud, por una suposición y peor aún, ejecutar a una niña, la
furia y la impotencia inundaban las emociones de Chapito. El Celador sale de la
habitación y da la orden de disparo y los guardias proceden a realizarla,
Chapito reacciono casi sin pensarlo y se metió dentro de la trayectoria de los
dardos desviándolos con su hechizo de protección. Chapito exigió una explicación
por tal exageración, El celador escucho la alteración y se regresó, se limitó a
observar a Chapito y preguntar por su nombre, Chapito indiferente a la pregunto
respondió, el celador toma su libro y una pluma y mientras escribe recita “Chapito
el Danbest Mapache, Cargo, evitar ejecución de un prisionero; Castigo, Ejecución
por mano del celador”, guarda el Libro y desenfunda su Hacha ejecutora y carga
hacia Chapito, los guardias de las ballestas salen de la habitación. Chapito
logra apenas con éxito esquivar los furiosos ataques del celador y de forma
astuta en uno de los ataques, Chapito manipula el Hacha para cortar la cadena
de la niña; Aprovechando el momento, toma a la niña y sale de las mazmorras,
saliendo observa el cielo que estaba amaneciendo, pero aún tenía que salir de
los muros del castillo, los guardias notaron su escape y comenzaron a disparar,
los dardos eran mayormente esquivados, pero no se libraba de causarles daño los
que si asestaban mientras protegía a la niña afortunadamente ninguno de
gravedad, corrió hacia el portón de madera que estaba por cerrarse; un último
dardo logro impactar la pierna, dificultándole el movimiento, sabiendo que las
posibilidades estaban en su contra lanzo a la niña al otro lado del portón. La niña
había salido, asustada solo corrió en dirección contraria al castillo sin decir
ni una palabra. Los disparos cesaron, con Chapito hincado y adolorido, el
celador estaba acercándose para asestar el golpe final hasta que una voz en el
fondo le ordeno que no lo matara y solo lo encarcelara, el celador se limitó a
desmayar a Chapito de un impacto en la cabeza.
Chapito despertó
encadenado en la misma habitación de la niña; Estaba acompañado de dos guardias
con lanzas que lo vigilaban. Un sujeto entra en la habitación, Un Danbest
Coati, que lucía prendas de la realeza, se detuvo frente Chapito. Chapito
estaba confundido, pero no dijo ni una palabra, El sujeto se identificó como El
príncipe de Dahestia, Cacomizel. Chapito siguió con su silencio, sabía que no podía
decir nada fuera de lugar o seria castigado y el dolor es algo que no le gusta
sentir.
Cacomizel siguió
hablándole entre elogios e insultos, mayormente estos últimos. Al final le
propuso un trato, una pelea en el coliseo de Dahestia, el cual la recompensa seria
su libertad libre de cargos. Chapito acepto con una condición, que le
respondieran una pregunta, Cacomizel acepto, pero solo si daba un buen espectáculo,
el príncipe salió de la habitación riendo de forma burlesca.
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